Viernes, 19 de julio de 2019

Hoy al mediodía me tropecé con la Regia. Hacía tiempo que no nos cruzábamos. Venía hacia mí ligeramente inclinada, la cara descompuesta, y no solo por las múltiples operaciones faciales que le han practicado. Muy próxima ya, esbozó una sonrisa y abrió la boca como para decirme adiós.

Hubiera dejado que se apoyara en mi brazo hasta llegar a su casa. En todos estos años solo hemos intercambiado miradas, apenas una sonrisa, jamás una palabra. Me hubiera gustado oír su voz, escucharla, nada más.

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Imagen de Twitter

Estás comentando usando tu cuenta de Twitter. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s